29 mayo 2013
26 mayo 2013
Mayo
Los ababoles sangran en ribazos de cebada. Los dientes de león y margaritas peinan trigos desordenados que cayeron fuera del manso sembrar de las máquinas. El amasijo de piedras despedregadas levanta castillos para que anide el mochuelo relajado de niebla y esquilas de rasa aragonesa. Las cunetas que bajan del oeste, duermen riachuelos al agua rota de tormentas de la sierra de El Pobo. Las majadas revestidas de piedra ocre y parda, majadas desahuciadas, sostienen en un clavo oxidado a la collalba gris. Caminos de tierra roja que anudan tomillos en sus cuestas. Lomas con sarpullidos amarillos, de aliaga, la señora. Espinos albares tienden sábanas blancas. Gamones erectos y valientes desafían al fresco. Cojines de monja violetas y enroscados esconden a la víbora hocicuda. Y la noguera solitaria continua sin reventar las yemas de sus manos. Verdes, verdes, verdes. Verdes claros, verdes oscuros. Cercanos y lejanos. Separados sólo a veces por rasguños ocres, simétricos y hondos. De tierra que espera un otoño.
¡Y qué decir de la musicalidad de las aves! ¡Cuánto trasiego en estos días! El campo cría, dispone y protege. Son golpes de energía, eclosión y pureza de raza.
Mayo. Mes que cuna los nacimientos, como un 29. Mes hermoso, vigoroso y perfumado de esplendor. Mes revoltoso, cambiante y fértil.
04 mayo 2013
Sí, estoy aquí
Experiencia de trabajo con niños con trastorno de espectro autista (TEA). Escuela inclusiva.
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